Fuego y sangre. También escalas.

¡¡¡Increíble!!!

¡Pero no! Porque sabíamos que esto iba a pasar.

Y fingir lo contrario sería como meter la cabeza en la arena, como Moisés enterrando al egipcio que acaba de matar, aunque esta es la situación contraria, por supuesto.

De todos modos, me siento obligada a volver a bloguear esta mañana, ya que lo que publiqué ayer al mediodía no abordó los alarmantes - ¡y no inesperados! - eventos que ocurrieron más tarde en el día y en la noche en nuestro capitolio de nuestra Gran Democracia.

Lo que Trump, nuestro propio faraón, hizo que sucediera no es más sorprendente que lo que hemos estado viendo durante los últimos cinco años, o a la luz de la historia de este país, y por mucho que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley quieran que creamos que ellos fueron sorprendidos desprevenidos, sabemos que fueron cómplices de los intentos de incitar a un golpe: Una pequeña muestra de nuestra propia medicina, un reflejo de lo que nuestro gobierno ha estado llevando a cabo en otros países durante décadas y décadas (recomiendo el programa de hoy de Democracy Now! para aprender más sobre esta historia).

Como dijo Cory Booker, "¡Nos trajimos este infierno!"

Nuestro propio faraón puede estar saliendo, mientras que el faraón de la Torá se nos acaba de presentar en la parashá de esta semana, pero ha demostrado que es muy capaz de hacer mucho más daño, derramar mucha más sangre, antes de que de que se vaya en un poco menos de dos semanas. Invocar la 25ª Enmienda por primera vez en la historia de Estados Unidos sería totalmente apropiado en este caso, ¡y no debería haber un apretón de manos de los dos “lados.” ! ¿Cuándo terminará eso?

Todavía mantengo mi declaración de ayer al final de la publicación de mi blog y le agrego:

Puede que estemos pasando de un aspirante a dictador, pero no estamos fuera de peligro y todavía no hemos creado un nuevo tipo de sociedad. Los problemas del mundo no solo no se resuelven a través de una vacuna, sino que nuestros problemas son mucho más grandes que el Coronavirus, debido a la inequidad que existe, resaltada por la falta de arrestos policiales ayer de quienes intentaron un golpe de estado, con la policía literalmente moviendo las barreras, para permitir que las personas violentas portando banderas confederadas pasen adentro; esto en contraste con todas las respuestas pasadas a los manifestantes que exigen una sociedad más equitativa…tenemos un largo, muy largo, camino por delante.

Nuevamente, come dije ayer, nuestros corazones no tienen que ser puros para hablar por nosotros mismos ni para aquellos que necesitan que hablemos por ellos, como tampoco lo fue el corazón de Moisés cuando se le asignó el papel de Gran Liberador.

Y nuevamente, necesitamos llegar a nuestros corazones, escamosos o no, y tener más fe en nosotros mismos y en los demás como vehículos de la Divinidad, capaces de producir la liberación, no solo para nuestro país, sino también para el mundo.

Es esto lo que se nos exige, ya sea trepando ruidosamente o resistiendo silenciosamente, como las parteras Shifra y Puah.

Todos son válidos. Todos son necesarios.

Juliet Elkind-Cruz

I am the Real Rabbi NYC because I will always be real with you. I am not afraid of the truth or of the Divine being present in all things. I bring you the beauty of Judaism while understanding and supporting you through the very real challenges—in your life and in the world. I officiate all life cycle events, accompanying you spiritually and physically. Maybe you’re spiritual but not religious, part of an interfaith family or relationship, need Spanish-speaking Jewish clergy, identify as LGBTQ, have felt rejected in Jewish spaces, are a Jew of Color or a Jew by Choice. Whatever your story, I want to hear it.

https://www.realrabbinyc.com
Previous
Previous

El hedor de la putrefacción: Va'era

Next
Next

Tierra, Agua, Fuego; Manos, Corazones, Sangre y Escamas de Nieve; Sh’mot