Juliet the Rabbi; Coming from love, Keeping things real.

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Cero expectativas y Ki Tetzei

Sigo haciéndome lo siguiente a mí misma;

Sigo esperando más de mí misma de lo que puedo ofrecer.

Empujo y empujo, y me sorprende y me decepciona cuando mi cuerpo no puede cumplir.

Estoy haciendo todo lo correcto y, sin embargo, la trayectoria que he planeado en mi mente no cumple con mis expectativas.

Decepciona.

Cada año leo estos versículos de la Torá:

Si tienes un hijo descarriado, tráelo a los ancianos de la comunidad y que lo apedreen hasta morir.

De esta manera ayudarás a erradicar el mal de Israel.

¿¿Qué??

¿Se espera que usted se dé por vencido con su propio hijo?

Lo entiendo.

Supongo.

Quizás sea un fracaso total: un borracho, un ladrón, un mentiroso.

La pesadilla de todo padre hecha realidad.

Y tal vez deberíamos esperar que juzguemos objetivamente, incluso con nuestra propia descendencia.

Sacrificio por el bien mayor.

A veces las personas no pueden recibir ayuda.

A veces una relación no tiene ayuda.

Un matrimonio. Una amistad.

¿No nos han dicho que es importante reconocer cuándo “se acabó”?

¿Para saber cuándo alejarse?

Pero, ¿con qué frecuencia nos damos por vencidos con alguien antes de que hayamos comenzado?

¿Qué pasa con las profecías autocumplidas?

“Siempre fuiste una decepción para mí”, solía ser un estribillo común que los padres decían a sus hijos.

Más bien, podría ser más productivo preguntarle a cambio: "¿Cuáles eran sus expectativas?"

Quizás para empezar eran demasiado altos.

Quizás tenías en tu cabeza esta versión idealizada de lo que significaría ser padre.

O una esposa.

O un marido.

Un amigo.

La vida misma puede ser una decepción si lo permitimos.

O aprendemos a esperar sentirnos decepcionados porque la vida es dura, muy dura.

O esperamos que los demás sean más que humanos.

Sólo faltan tres semanas para Rosh Hashaná.

¿Qué tipo de expectativas estamos poniendo cada uno de nosotros en las vacaciones?

¿Estar eufórico?

¿Estar decepcionado?

¿Aburrirse?

Quizás deberíamos entrar sin ninguna expectativa.

Creo que es justo decir que si pudiéramos afrontar la vida con esta actitud, todos seríamos mucho más felices.

Entonces tendríamos muchas más posibilidades de tener la experiencia que podríamos tener.

Por eso quiero proponer un tipo diferente de “preparación” para las Altas Fiestas durante este mes de Elul:

Dejemos de lado nuestras expectativas y actitudes, buenas o malas, y entremos en ellas libres y claros, listos para tener la experiencia que tendremos.

Objetivamente.

Y di Amén.

Y buen Shabat.